EL BRILLANTE GIRO DE LOS ACONTENCIMIENTOS

EL BRILLANTE GIRO DE LOS ACONTENCIMIENTOS

Desde CSIF nos levantamos de la mesa de negociación del VI Convenio porque lo que allí se estaba escenificando era una auténtica farsa. Una burla intolerable hacia los trabajadores.

A pesar de nuestra salida, Función Pública siguió adelante con la reunión, argumentado que existía mayoría suficiente (66%) que suman UGT, Usipa y CCOO. Una mayoría que, no sirve para nada, si lo que se defiende es humo y sumisión.

Lo que no podíamos imaginar es que UGT, tuviera la desfachatez de atacarnos públicamente por levantarnos y exigir seriedad, respeto a los derechos laborales y la sustitución inmediata de quienes negocian en nombre de la Administración, que han demostrado no estar a la altura ni de lejos, y, sin embargo, cambiar el discurso en la reunión.

¿Y cuál es el resultado de esa reunión a la que CSIF no asistió? ¿Cuál fue la propuesta escénica vivida? Que los mismos que nos señalaron, reconocen ahora la falta de seriedad, la inexistencia de avances reales y la urgencia de un mediador que desatasque el callejón sin salida en el que nos ha metido esta Administración inoperante.

¿Les han dado un toque sus afiliados? ¿Les han recordado que están para defender a los trabajadores y no para aplaudir a su amo? ¿Se han asomado al abismo y han visto que la paciencia tiene un límite?

Ni el pez rubiel, acostumbrado a los vaivenes del mar, soportaría la traición de aquellos sindicatos que olvidaron su deber con los trabajadores.

Esperamos que este giro en los acontecimientos, junto con la firme postura de CSIF, que ha dejado al descubierto las vergüenzas de muchos de los presentes en la mesa del convenio, sirva para que la situación cambie de una vez por todas.

Gracias a CSIF, que no dudó en dar un golpe en la mesa y en hacer público lo que otros preferían mantener en silencio, se ha destapado el juego sucio y la falta de transparencia en esta negociación.

Nuestra firmeza ha obligado a más de uno a quitarse la careta y ha puesto el foco donde debía estar: en la defensa real de los derechos de los trabajadores.

Esperamos que, a partir de este punto de inflexión, las cosas empiecen a cambiar. Porque si algo ha quedado claro, es que sin presión y sin verdad, no hay avance posible.

Estaremos muy atentos al próximo movimiento de la Administración. Si son inteligentes —y si de verdad quieren desatascar esta vergüenza—, moverán ficha pronto. Porque lo que está en juego no es una mesa de negociación: son los derechos y la dignidad de los empleados públicos.

Seguiremos informando.-