El teletrabajo en la Generalitat Valenciana: una oportunidad desaprovechada

24 de noviembre de 2025

 

Desde CSIF, seguimos defendiendo que el teletrabajo no es una concesión, es una herramienta de modernización de la Administración pública, reconocida normativamente y respaldada por la experiencia acumulada desde la pandemia. Sin embargo, la realidad en la Generalitat Valenciana evidencia un hecho incontestable: el actual Consell no apuesta de forma real ni decidida por el teletrabajo.

El Decreto 49/2021, de regulación del teletrabajo en la Administración de la Generalitat, lejos de impulsar esta modalidad, ha terminado convirtiéndose en un marco restrictivo que actúa más como freno que como palanca de transformación organizativa. Su diseño limitador, unido a una interpretación excesivamente conservadora por parte de algunos órganos directivos, ha derivado en programas que resultan, objetivamente, insuficientes.

Desde CSIF queremos dejar claro que valoramos y agradecemos a aquellos departamentos y organismos que, pese a las limitaciones del propio decreto, han hecho el esfuerzo de presentar proyectos de teletrabajo. Pero no podemos obviar una realidad preocupante: la mayoría de las propuestas aprobadas se reducen a uno o dos días semanales como máximo, una medida que resulta meramente testimonial y que dista mucho de constituir una verdadera política pública de teletrabajo.

Si un puesto ha sido declarado susceptible de ser desempeñado en modalidad no presencial, no existe justificación técnica ni organizativa suficiente para restringirlo de forma sistemática a porcentajes residuales. O un puesto es teletrabajable o no lo es. Mantenerlo mayoritariamente en presencialidad forzada, cuando puede realizarse a distancia con plenas garantías, responde más a una lógica de control anacrónica que a una verdadera necesidad del servicio.

Esta falta de ambición tiene consecuencias directas y medibles como los  desplazamientos diarios innecesarios, con su correspondiente impacto económico, ambiental y social.

Se renuncia a un modelo de Administración más eficiente, resiliente y sostenible.

Se ignora el potencial del teletrabajo para reducir emisiones, descongestionar núcleos urbanos y mejorar la calidad de vida del personal público.

Mientras otras administraciones avanzan hacia modelos más flexibles y adaptados al siglo XXI, la Generalitat Valenciana opta por una aplicación mínima, tímida y burocratizada del teletrabajo, incumpliendo el espíritu de modernización que debería presidir la función pública.

Desde CSIF reclamamos con firmeza:

Una revisión inmediata del Decreto 49/2021, eliminando las limitaciones artificiales que impiden su desarrollo real, o la derogación y negociación de un nuevo decreto.

Criterios objetivos y homogéneos en toda la Generalitat, evitando decisiones arbitrarias entre consellerias y organismos.

Extensión real del teletrabajo en todos aquellos puestos técnicamente viables, sin reduccionismos simbólicos de uno o dos días.

Un compromiso político claro y público con esta modalidad de trabajo.

No se trata de privilegios. Se trata de eficiencia, salud, sostenibilidad, conciliación y modernización administrativa. Y, sobre todo, se trata de voluntad política.

Y hoy, a la vista de los hechos, esa voluntad no existe.

Desde CSIF no vamos a dejar de exigirla, porque creemos en el TELETRABAJO.

COMPARTIR