El Ministerio de Justicia no se toma en serio ni el teletrabajo ni el servicio público de Justicia

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28 de octubre de 2023

- CSIF se opone a la forma, el fondo y el momento en que se ha tomado la decisión de publicar la declaración de defunción de una forma de prestación laboral que ha salvado vidas y al propio servicio público durante meses, en palabras del propio Ministerio.

- Cuando el Ministerio anda haciendo campaña de las excelencias de las TIC y de la Inteligencia artificial se le ocurre, que el trabajo a distancia, que es posible gracias a estas TIC, no vale y debe eliminarse. Hablando de Inteligencia artificial, ¿qué dirá el chat GPT sobre esta supresión?

No hace mucho, desde el Ministerio de Justicia se repetía ese mantra de que el teletrabajo había venido para quedarse.  Pues no, al parecer, esta afirmación tampoco era cierta y el viernes 27 de octubre de 2023 a las 14.30 horas se hace realidad el fin de esta forma de prestación laboral… hasta que se regule el teletrabajo en la Administración de Justicia, dice la circular informativa del Ministerio. Ya se verá.

 

No vamos a entrar en especulaciones ni en tramas, como se dice ahora, “conspiranoicas” sobre los motivos que han llevado al Ministerio a remitir esta “circular informativa”, que ya corren por diferentes foros y chats y, a pesar de que no se puede negar, que la semana de difuntos, es muy apropiada para hablar del fin del teletrabajo.

 

No obstante, desde CSIF, no podemos sino mostrar nuestra oposición al fondo, a la forma y al momento elegidos para publicar una circular que se dice “informativa” pero que se redacta en tono imperativo y que es de aplicación inmediata, más bien retroactiva puesto que se refiere al 5 de julio de 2023, sobre la asistencia al centro de trabajo y la atención presencial en las dependencias judiciales.  

 

Sin duda, en el mes de julio, la situación de crisis sanitaria finalizó por acuerdo del Consejo de Ministros. Así, la normativa específica de carácter organizativo aprobada por ley 3/2020 y, en el caso del teletrabajo, por la orden JUS 504/2020 que, en la circular informativa, quizá por las prisas, olvidaron mencionar, dejaron de tener validez.  Desde julio, a pesar de las denuncias formuladas por CSIF, el teletrabajo se ha mantenido en precario mientras el Ministerio no decía nada ni informaba de nada.

 

En el mes de septiembre CSIF se dirigió al Ministerio de Justicia pidiendo que se mantuvieran las autorizaciones para teletrabajar que, por esas fechas, empezaban a no concederse en algunos casos. Ciertamente, el sistema de adjudicación de teletrabajo nunca quedó claro, pero, lo que sí es cierto es que con o sin claridad, en ningún momento, el Ministerio decidió fijar una fecha para finalizar la situación de teletrabajo precario en su ámbito de competencia. Ni por supuesto se dignó a acusar recibo ni a responder al escrito.

 

En ese escrito se esgrimían muchas razones que llevaban a la convicción de que eliminar el teletrabajo era un gravísimo error, significaba “echar a la basura” inversiones millonarias que algunas CCAA y el propio Ministerio habían hecho en la adquisición de equipos informáticos, con fondos europeos, por cierto, que no sabemos cómo se van a justificar ahora; y, en definitiva, suponía un retroceso en derechos laborales para el personal de Justicia reconocido para toda la Administración pública en el artículo 47 bis del TREBEP cuya aprobación fue fruto, entre otros, CSIF.

 

Y es que la circular informativa carece de una motivación clara y seria para eliminar el teletrabajo, más allá de informar sobre una situación de “alegalidad o ilegalidad”, más bien precariedad, consentida del teletrabajo en algunos ámbitos territoriales, incluido el que es competencia del propio Ministerio de Justicia que suscribe la mencionada circular “informativa” como si se dieran por enterados ahora de lo que pasó el 5 de julio.

 

En esta circular “informativa”, el Ministerio debería haber explicado las razones por las que, desde el año 2020 no ha hecho nada por regular el teletrabajo. El Ministerio siempre se ha escudado en un informe del Consejo de Estado que tiraba por tierra, lo que CSIF calificó en su día como un pésimo acuerdo que dos sindicatos y el Ministerio firmaron en marzo de 2021, para no volver a la mesa de negociación a intentar mejorar su contenido y adaptarlo a los criterios del artículo 47 bis del TREBEP.   Y no será por las veces que se lo hemos solicitado desde CSIF tanto en el ámbito de Justicia como a Función Pública y  llegando a denunciarlo ante los tribunales.

 

Pero la chapuza es aún mayor cuando se analiza la forma y el momento de “matar” el teletrabajo en la Administración de Justicia. Porque después de varios meses haciendo el don Tancredo con el teletrabajo:

 

¿Es oportuno decretar el final del teletrabajo un viernes a las 14:30 horas cuando casi todo el mundo está ya en modo fin de semana?

 

¿Es oportuno decretar el final del teletrabajo un viernes a las 14:30 horas, a las puertas de una semana con un festivo de por medio en el que, además de ser una fecha señalada de viajes y desplazamientos, y en la que, en algunas CCAA, los niños y niñas están de vacaciones y, por lo tanto, sus padres se han cogido días de asuntos o vacaciones para eso que llaman ahora, conciliar, o que no se los han cogido pensando en que el teletrabajo les permitía esa conciliación?

 

¿De verdad no se podía haber esperado a negociar un teletrabajo con garantías una vez haya nuevo gobierno y se haya resuelto el conflicto en la Administración de Justicia pendiente desde antes del verano?

 

Mención aparte merece, para terminar, lo de la cita previa. A diferencia de lo que ocurre con el teletrabajo, no queda claro si la cita previa es buena o mala para el Ministerio ya que dice que se debe garantizar la atención presencial, algo que, por cierto, siempre se ha garantizado; y para ello, se inventa un sistema mixto de atención presencial con cita previa y sin cita previa. Y desde CSIF nos preguntamos, si hay que atender a todo el mundo tenga o no cita previa, ¿para que se mantiene la cita previa? Pero una vez que se dice que se puede mantener, ¿se atiende primero a los de la cita previa y luego, si queda tiempo, a los que no tienen cita previa?  Y si hay que atender a todo el mundo y a todas horas, ¿cuándo se tramitan los procedimientos?

 

Alguno dirá, que ya lo hará la inteligencia artificial, pero ¿y mientras llega?, ¿qué hacemos con este Ministerio en el que, por ejemplo, los aspirantes al acceso a Gestión procesal y Administrativa por promoción interna llevan un año y 20 días desde que hicieron el examen, sin saber si han aprobado o no y sin que ni el Tribunal ni el Ministerio sean capaces de fijar una fecha. O, ¿cómo podemos hablar de inteligencia artificial en un Ministerio, desde que entró la ley concursal en vigor, tardó varios meses en poner en marcha la plataforma de concursos de microempresas la cual, además de no funcionar demasiado bien, luego resulta que sólo es compatible con las aplicaciones de gestión procesal del Ministerio? Y a los demás que les den morcilla, sobre todo al sufrido/a funcionario/a que no sabe qué hacer para atender presencialmente al ciudadano o profesional con o sin cita previa.

 

Porque, claro está, sobre la cita previa la circular “informativa” se limita a informar, esta vez sí, que, ya si acaso, cuando sea, la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública y la Dirección General para el Servicio Público de Justicia podrán dictar instrucciones, o no, sobre la utilización de dicho sistema lo que nos lleva a las siguientes preguntas: si el capítulo III de la ley 3/2020 de 18 de septiembre sobre medidas procesales y organizativas para hacer frente al COVID 19 en el ámbito de la administración de Justicia no resultan de aplicación a las dependencias judiciales desde el 5 de julio de 2023, circular dixit, a falta de esas otras instrucciones, ¿qué ocurre con las citas previas adjudicadas? ¿se anulan también automáticamente como el teletrabajo y carecen de validez obligando a los ciudadanos a hacer colas a las puertas de las dependencias judiciales?

 

Esperaremos a la siguiente circular informativa a ver si nos aclara algo. Pero, mientras tanto, alguien en el Ministerio debería reflexionar y pensar que lo que hace falta para la transformación de la Justicia es menos propaganda y más diálogo, negociación y regulación para que todos podamos aprovechar las oportunidades que las TIC nos ofrecen. Para empezar, manteniendo el teletrabajo y, luego, abriendo la mesa de negociación para buscar un acuerdo que ponga fin al conflicto en Justicia y desbloquee la negociación del resto de temas pendientes en la administración de justicia que son muchos y variados.

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