May day. May day. Maday?

Estimados miembros, colegas, amigos y socios de CESI,

Mis dos últimos editoriales se centraron en los desafíos que significa para nosotros la crisis en Ucrania: ante todo, un desastre humanitario; pero también inflación, perturbaciones, escasez, inestabilidad económica, penurias sociales, inseguridad militar.

En diciembre pasado, escribí sobre las posibles implicaciones del reciente resurgimiento de Covid-Omicron: interrupciones adicionales en la cadena de suministro y escasez de productos esenciales en muchas industrias, más inseguridades laborales y financieras para muchos trabajadores.

Y antes de eso, advertí sobre los obstáculos en el camino hacia transiciones verdes-digitales socialmente justas y amigables para los trabajadores, y abogué por la necesidad de una agenda de servicio público sólida para estar equipado para las próximas crisis, que, como vemos, siguen apareciendo.

Luchar contra el terrorismo, salvar el euro, gestionar la inmigración, limitar el cambio climático, contener el Covid, afrontar la guerra. Encima: el envejecimiento demográfico que agobia a los estados de bienestar, las sociedades que se vuelven cada vez más desiguales, la digitalización que se está estancando, los servicios públicos con poco personal y recursos y luchan para salir adelante, mercados laborales y relaciones laborales que evolucionan y cambian a una velocidad casi inconcebible – a veces demasiado rápido para ser regulado por los responsables políticos y los interlocutores sociales.

¿Qué será lo siguiente?, y sobre todo, ¿Lo lograremos? ¿Es el Primero de Mayo, este año, 'Mayday'?

Enfrentamos desafíos en todos los frentes. Las crisis y las transformaciones socioeconómicas se superponen y se acumulan antes de que podamos gestionarlas y derribarlas una por una. Mientras están en juego los principales intereses de los trabajadores y los ciudadanos, los compromisos de los sindicatos son más importantes que nunca.

A la luz de las diversas y complejas crisis y las evoluciones y transformaciones fundamentales que presenciamos y experimentamos actualmente, lo más importante es permanecer unidos, apoyarnos unos a otros. Por eso subrayé en mi mensaje de video con motivo del Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores: “Solo podemos enfrentar los desafíos de nuestro tiempo en la unidad y la solidaridad”.

Porque los desafíos generales y transversales que enfrentamos no se detienen en las fronteras nacionales. Son europeos, si no globales. ‘Unidad y solidaridad’ nos permiten enfrentar las crisis; la cooperación y el apoyo nos permiten convertir los desafíos en oportunidades; y la interacción humana nos da coraje y optimismo, incluso, o especialmente, en estos tiempos difíciles.

Los sindicatos y la cooperación sindical transfronteriza encarnan esto: mostramos y vivimos esta unidad y solidaridad, esta cooperación y apoyo, esta interacción humana todos los días. Entonces, tal vez aún no sea '¡Mayday!' al final. Tal vez sea Primero de Mayo después de todo. Un día para alabar, celebrar y honrar el trabajo y los trabajadores. Un día para defenderlos.

Todos los trabajadores cuentan.

 

Consulta el artículo original aquí.