CSIF Seguridad Privada insta al Hospital Virgen del Rocío a reforzar sus instalaciones por “el nivel de riesgo al que se enfrentan a diario profesionales y usuarios”
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11 de diciembre de 2025
Responsables sindicales de CSIF Seguridad Privada Sevilla denuncian que la Dirección “ha hecho invisible la decisiva actuación” del equipo de seguridad en el incidente de extrema gravedad de ayer: “neutralizaron la amenaza y redujeron al agresor”
Sevilla, 11 de diciembre de 2025.- El área de Seguridad Privada de CSIF Sevilla ha solicitado formalmente este jueves a la Dirección del Hospital Virgen del Rocío que refuerce los medios humanos y materiales de seguridad en sus instalaciones sanitarias, “en coherencia con el nivel de riesgo al que se enfrenta a diario el personal de seguridad, así como el conjunto de trabajadores del sistema público de salud”. En este mismo escrito, CSIF insta asimismo a reconocer, de manera expresa, que fue el servicio de seguridad privada del centro quien, en primera instancia, neutralizó la amenaza, redujo al agresor y controló la situación hasta la llegada de la Policía Nacional.
“No se puede hacer invisible esta decisiva actuación”, subraya el comunicado, por medio del cual CSIF quiere destacar esta labor “profesional y valiente” del personal de seguridad privada, “cuya rápida reacción fue determinante para evitar una posible tragedia, en un incidente de extrema gravedad”.
De hecho, los objetos decomisados al agresor —botes de gasolina, una navaja, una segunda arma blanca, un bote de gas para recargar mecheros y un mechero preparado para no apagarse con el aire— “ponen de manifiesto el elevadísimo riesgo potencial de incendio y de daño a personas que llegó a generarse, en una zona concurrida de un centro sanitario como el Hospital Virgen del Rocío”.
Un actuación decisiva
Según describen trabajadores, responsables sindicales y testigos, nada más entrar al área de atención, el individuo lanzó uno de los botes de cristal contra las mesas, provocando la rotura del recipiente y esparciendo gasolina por la zona, lo que obligó a las personas allí presentes a huir precipitadamente. Posteriormente, el agresor se dirigió al despacho de la responsable del área, donde consiguió atrincherarse con ella, atrancando la puerta y arrojando un segundo bote de gasolina en el interior.
Vigilantes de seguridad del centro acudieron de inmediato, logrando finalmente abrir la puerta pese a que el individuo trató de impedirlo lanzando cuchilladas desde el interior. Una vez dentro, el agresor se parapetó tras la trabajadora sanitaria, a la que utilizó como escudo humano mientras empuñaba un martillo en una mano y un cuchillo en la otra. En un momento crítico, cuando el agresor dejó el cuchillo sobre la mesa para recolocarse, los vigilantes aprovecharon ese instante para abalanzarse sobre él, reducirlo y engrilletarlo, manteniendo la situación bajo control hasta la llegada de la Policía Nacional, que procedió a su detención.