CSIF forma en Sevilla a agentes de Policía Local en la identificación de motocicletas sustraídas que no son detectadas en las ITV
16 de enero de 2024
-Agentes de Policía Local reconocidos internacionalmente advierten del auge de estos delitos en el mercado negro: “cada vez hay más casos y no se detectan por falta de formación especializada”.
-"En capitales como Sevilla se podrían detectar cientos de motos que han sido directamente clonadas, pero que pasan perfectamente las inspecciones técnicas".

CSIF Sevilla ha celebrado una jornada técnica, dirigida a agentes de la Policía Local, que ha contado con la participación de reconocidos especialistas en identificación y recuperación de motocicletas sustraídas. En el encuentro se han impartido “las nociones esenciales para formar a la Policía Local en la localización de elementos en el vehículo que, a primera vista, hagan sospechar que ha sido sustraído”, explica el delegado de CSIF en la Policía Local de Sevilla, Santiago Raposo.
“Nadie prestaba atención a las motos y hay muchas en circulación que han sido sustraídas. Este tipo de delitos, claramente en auge en toda España desde hace más de una década, no se detectan en su mayoría por la falta de formación especializada entre los agentes”, explican los ponentes invitados, Alejandro Plaza y Miguel Ángel Canorea. Ambos pertenecen a la Policía Local de Madrid y forman parte de un equipo de especialistas en ámbito nacional en esta materia. Este equipo ha sido reconocido en octubre de 2023 con el premio internacional de la Asociación de Documentoscopia y Formación Policial, ADOFOR, la principal asociación en lucha contra la falsedad documental y el tráfico ilegal de vehículos.
Más de 200 motocicletas han sido recuperadas en los últimos tres años, en diferentes municipios españoles, gracias a la metodología pionera que se ha dado a conocer en la jornada técnica de CSIF Sevilla. La aplicación de estas pautas ha permitido además empezar a recuperar motocicletas en los municipios que han ido acogiendo esta cita formativa. Sólo en Madrid, la Policía Local recuperó un centenar de motocicletas en su primer año de implantación, mediante intervenciones como la operación Ovibike, realizada en los municipios de Madrid y Toledo y culminada tras una minuciosa labor de rastreo previo.
Clonar motocicletas
La modalidad delictiva predominante en el mercado negro, en toda España, es clonar directamente las motocicletas. Para ello, según explica el ponente Alejandro Plaza, “cortan el bastidor de una que sí cuenta con documentación y registro, y lo injertan en una robada, por lo que logran generar una identidad correcta a partir de una que ha sido sustraída”.
En aquellos modelos de motocicleta que comparten el mismo chasis, “se suelen intercambiar motores de 125 cc por otros de 300 cc; una práctica muy habitual y que realizan con total impunidad”. Como resultado de esta práctica, “las motos se siguen reciclando: tunean y clonan las robadas”.
Respecto a la presencia de esta actividad en municipios como Sevilla, “cuando los agentes de policía local adopten la metodología que estamos impartiendo, se verán muchos casos, ya que si solo se realiza la comprobación de la placa de matrícula, es fácil el fraude”.
En municipios como Málaga, donde ya se aplican estas nuevas medidas, “se han recuperado motos que llevaban ocultas varios años: habían sido clonadas y pasado las ITV sin ningún problema”.
La presencia de este fraude es notable en diferentes plataformas digitales dedicadas a la compraventa de productos de segunda mano. “Hemos encontrado en ellas usuarios que operan con total impunidad y son capaces de cambiar piezas de cualquier modelo, con productos que pueden llegar a sumar un valor patrimonial de 50.000 euros”.
Grupo especializado nacional
Una vez finalizada la jornada formativa de CSIF, los agentes participantes tienen la posibilidad de integrarse en un grupo de trabajo interno. En el mismo se atienden consultas y se presta ayuda a los profesionales en la detección y comprobación de posibles casos delictivos. Este asesoramiento sirve además para seguir enriqueciendo bases de datos en toda España, una medida esencial para cotejar con fiabilidad la correspondencia entre el motor de una motocicleta y su bastidor.
Los delitos imputables en los casos en los que esta actividad delictiva queda probada “son los de receptación y falsedad documental, con penas de entre seis meses y dos años de cárcel”. Respecto al perfil de los condenados por estas actividades, los especialistas coinciden en señalar que “la gran mayoría de estos compradores ya cuenta con antecedentes por la comisión de delitos contra el patrimonio”.