CSIF denuncia que el Principado pone en riesgo el funcionamiento de las instalaciones deportivas públicas por la falta de socorristas
2 de julio de 2025

El sindicato CSIF (Central Sindical Independiente y de Funcionarios) denuncia que la seguridad de los asturianos y asturianas, especialmente la de niños, niñas y personas mayores, está en peligro debido a la falta de personal socorrista en las piscinas públicas gestionadas por el Principado de Asturias.
Instalaciones clave como La Morgal, El Cristo o Langreo se están viendo gravemente afectadas por esta situación, con cierres intermitentes, turnos recortados. Esta realidad, además de afectar a la calidad del servicio, supone un riesgo directo para las personas usuarias y para el propio personal.
El caso de la piscina de Langreo es especialmente preocupante: no solo carece de dirección desde abril, sino que no se ha contratado al socorrista de verano, lo que ha provocado el cierre de la instalación durante las tardes del sábado, domingo y lunes, coincidiendo además con altas temperaturas.
Por otro lado, en la piscina del Cristo, un solo socorrista está cubriendo todo el servicio, una práctica que incumple los criterios básicos de seguridad, vulnerando el bienestar de los usuarios y sobrecargando a los trabajadores.
Desde CSIF se alerta de que esta situación no es fruto de una descoordinación puntual, sino que responde a una estrategia progresiva de desmantelamiento del servicio público, orientada a justificar su futura privatización. “Se está dejando caer deliberadamente un servicio esencial para luego justificar su externalización, y eso se está haciendo a costa de la seguridad de toda la población”, denuncian desde el sindicato.
Ante este escenario, CSIF exige al Principado de Asturias:
- La contratación inmediata del personal socorrista necesario para cubrir todas las piscinas públicas afectadas.
- Una planificación profesional, con previsión, que garantice la apertura y funcionamiento estable de las instalaciones durante toda la temporada de verano.
- El mantenimiento del carácter público del servicio de socorrismo, sin avanzar hacia ningún modelo de gestión privada.
Desde CSIF se recuerda que la seguridad no es un lujo, ni un gasto prescindible, sino una obligación de cualquier administración responsable. No se puede jugar con los servicios públicos que protegen a la infancia, a la ciudadanía y al personal trabajador. La seguridad no se recorta, se garantiza.