CSIF reclama inversiones a largo plazo, plantillas y recursos para la Salud Mental

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11 de junio de 2025

Desde CSIF Sanidad Nacional valoramos el anuncio realizado por el Consejo de Ministros sobre la asignación de 56 millones de euros a las comunidades autónomas para reforzar la atención en salud mental y prevenir el suicidio, en el marco del Plan de Acción de Salud Mental y del Plan de Prevención del Suicidio 2025-2027.

La verdad es que lo recibimos como un paso en la dirección correcta. Un avance necesario, largamente esperado y, para qué negarlo, urgente. Pero también tenemos que decirlo con claridad: es un esfuerzo claramente insuficiente y sigue sin incorporar las medidas estructurales que el sistema necesita para respirar a fondo.

Valoramos positivamente:

Que por fin se reconozca institucionalmente la salud mental como una prioridad en la política pública. Era hora. Durante demasiado tiempo ha sido la gran olvidada, cuando es un pilar tan básico como cualquier otro en la sanidad.

La inclusión de líneas estratégicas adecuadas, como el uso racional de psicofármacos, la atención a la infancia y adolescencia —que están pagando un precio altísimo—, la mirada puesta en los colectivos más vulnerables y el impulso a la salud mental comunitaria, que es donde empieza todo.

La perspectiva integral que se propone para la prevención del suicidio. Nos parece especialmente importante que se reconozca que no todo se resuelve desde una consulta médica. El enfoque debe ser transversal, con implicación de todos los sectores.

Sin embargo, también debemos advertir

La financiación anunciada es limitada. No alcanzan para compensar el deterioro acumulado durante años: falta personal, faltan infraestructuras, faltan recursos. Y lo peor es que esto no es nuevo: llevamos tiempo diciéndolo.

No se ha contado con los profesionales ni con los sindicatos en la elaboración de estos planes. Y eso, honestamente, es un error. Porque somos nosotros quienes conocemos de cerca las carencias y las posibilidades reales. Sin esa participación, es difícil que los planes no se queden en papel mojado.

Nos preocupa la ejecución en las comunidades autónomas. Lo hemos visto antes: los fondos pueden perderse entre la burocracia, las diferencias territoriales o una gestión poco ágil. Sin criterios claros de equidad y sin control del impacto, el riesgo es alto.

Y lo más grave: no se concretan medidas para reforzar las plantillas. Podemos tener el mejor plan sobre el papel, pero sin psicólogos clínicos, psiquiatras, enfermeras especialistas o trabajadores sociales suficientes, no hay quien lo lleve adelante. Es como intentar poner en marcha un tren sin maquinistas.

Por eso, desde CSIF Sanidad Nacional exigimos al Ministerio de Sanidad y a los gobiernos autonómicos:

  1. Inversiones estructurales a largo plazo, no solo inyecciones puntuales que no solucionan lo esencial.
  2. Un plan estatal serio y realista de refuerzo de plantillas en salud mental, con contrataciones estables y condiciones laborales dignas.
  3. Que se cuente con los sindicatos y las organizaciones profesionales en todo el proceso, desde el diseño hasta la implementación.
  4. Una evaluación transparente y continua del uso de los fondos, para que sepamos si realmente están mejorando la vida de quienes más lo necesitan.

Reiteramos nuestro compromiso con una sanidad pública de calidad, universal, humana y centrada en las personas. Porque la salud mental no puede seguir esperando. Cada día que pasa sin actuar a fondo es un día perdido para miles de personas que lo están pasando mal. Y eso, simplemente, no podemos permitirlo.

 

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