NOTA DE PRENSA: VALORACIÓN DEL INICIO DE CURSO 2023-2024

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3 de septiembre de 2023

¿AVANZAMOS BIEN?

Cada inicio de curso vivimos una especie de déjá vu en la educación en Melilla. La llegada de un nuevo curso es un día de la marmota que trae a colación los mismos problemas con pocas variaciones, y que CSIF volverá a poner de manifiesto para conocimiento de la comunidad educativa y bochorno de la administración pública que nos gobierna.

 

RATIOS

En Educación infantil, el compromiso de la comisión de escolarización a finales del curso pasado fue el de 20 alumnos máximo por aula. Número que, según recientes declaraciones del Director Provincial, ahora ha subido pero quedándose “por debajo de 25”. Esta cifra vuelve a situarnos muy por encima de la media nacional, concretamente un 6,7% y con aulas que exceden hasta en un 35% la ratio legalmente fijada. Todo esto con un centro recién abierto, el Encarna León, que trabajará a un tercio de su capacidad. El miedo al “despoblamiento” de otros centros no refleja otra cosa más que la fallida política de zonificación de padecemos en esta ciudad desde hace décadas. No es posible que en la misma zona haya centros con aulas de 11 a 15 alumnos y otros con aulas a 30 alumnos.

Este exceso de ratio, a pesar del nuevo centro, continúa en Educación Primaria. Si bien la ratio ha disminuido (principalmente por el cierre de la frontera y no por la bajada de natalidad, aunque esto nunca lo reconocerán los responsables educativos) la posibilidad de mantener la ratio en 25 alumnos (actualmente en 26,2) sería a costa de “sacrificar espacios” (palabras también pronunciadas en la comisión de escolarización). Es decir, sacrificamos calidad educativa perdiendo espacios como bibliotecas, aulas de desdoble, salones de usos múltiples, etc. Y a pesar de ello, se permiten el lujo de decir que de momento se aparca el proyecto de ampliación del colegio Hipódromo (compromiso adquirido por el Secretario de Estado ante las organizaciones sindicales) porque, en palabras del Director Provincial “no se ve la urgencia”. Nos imaginamos que la urgencia vendrá de golpe si las autoridades españolas y marroquíes deciden restablecer el tránsito de personas en la frontera tal y como lo conocíamos antes de la pandemia, y como de costumbre, pillará a las autoridades sin los deberes hechos.

Y en cuanto a Educación secundaria, citamos al presidente de la comisión de escolarización cuando dijo que nos esperaban “10 años de aulas de secundaria saturadas”. Es decir, se acepta y se asume que se hayan convertido a los institutos en verdaderos almacenes de alumnado sin previsión, ni proyectos, ni intención de construir otro centro a la vista.

Pero por supuesto las cifras, aunque son las que son, siempre se pueden interpretar del modo más cómodo (y triunfalista) posible. Se puede decir que la ratio alumno / profesor ha bajado, pero eso no significa que no haya saturación en muchas aulas o que la calidad de la educación y los resultados de aprendizaje de nuestros hijos sean mejores.

 

POLÍTICA DIGITAL

Los docentes están siendo constantemente presionados (incluso bajo veladas amenazas de no poder presentarse a oposiciones o concursar en un futuro) para formarse en digitalización docente. Y desde CSIFdebemos aplaudir el esfuerzo de los docentes en general y de los Coordinadores de Competencia Digital en particular por su labor y compromiso. Sin embargo, la política digital por parte del Ministerio va más por la grandilocuencia de unas aulas de emprendimiento, muy costosas y con utilidad sólo dirigidas hacia un porcentaje muy bajo del alumnado, que por una digitalización real, sencilla y efectiva para los miembros de la comunidad educativa.

Un curso más empezamos con una plataforma, Alborán, que resultan muy difícil de manejar por los padres y que tiene poca utilidad para el profesorado más allá de poner notas y faltas de asistencia. Es imperativo que la plataforma Fenicia, anunciada a bombo y platillo, ponga en marcha un sistema que haga los procesos administrativos mucho más asequibles para docentes, progenitores y alumnado, así como la promoción de formación para su manejo. Actualmente, hacer un simple trámite administrativo supone un verdadero martirio para muchos docentes.

 

CENTROS BILINGÜES

La política de educación CLIL (también conocida como bilingüe) es otra de las muchas cuestiones en las que el Ministerio de Educación manifiesta su escaso o nulo interés por la educación en nuestra ciudad.

En todas las CCAA existe una normativa de educación bilingüe desde hace años, y estos programas se han ido desarrollando y evolucionando para beneficio del alumnado que, además de las competencias propias de la etapa educativa, incrementa considerablemente su competencia comunicativa en lengua extranjera.

En Melilla, independientemente del programa British Council, seguimos con una exigua orden de 2018 que se ha ido renovando y modificando mínimamente, sin tener en cuenta una continuidad, ya que no contempla absolutamente nada en educación secundaria. Los docentes para este programa son elegidos exclusivamente por tener un nivel B2 de inglés, sin exigírsele ningún tipo de formación CLIL previa y ofreciéndosele una escasa formación una vez se incorporan a su puesto. A día de hoy, no percibimos una planificación real de este tipo de enseñanza por parte de las autoridades educativas más allá de la foto y del “haz lo que puedas”.

 

Aparte de los mencionados, son más y de sobra conocidos los problemas que acucian a la educación de nuestra ciudad: falta de protocolos, licencias y permisos desactualizados, climatización de las aulas (gracias a las elecciones en julio tenemos algunas aulas climatizadas más) … y un largo etcétera. La ausencia de cambios en las instrucciones de inicio de curso tras las alegaciones de CSIF demuestra un talante poco dialogante del Ministerio. Y la ausencia de un órgano de negociación como tienen todas las Comunidades, origen de muchos de los problemas y que nos convierte a los docentes de Melilla en trabajadores de 2ª clase, es otra muestra de ello.

 

Si se están produciendo avances, desde luego dudamos de que éstos sean en la dirección correcta. Y aunque siempre tenemos la esperanza de que un nuevo curso político traiga la cordura, el compromiso y el sentido común a aquellos que nos gobiernan, también a menudo nos llevamos una decepción, y este curso no parece que vaya a ser diferente. 

 

CSIF EDUCACIÓN MELILLA

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