La falta de personal y la elevada ocupación comprometen la seguridad en las prisiones de Málaga
- Prensa y Comunicación
2 de junio de 2025
IIPP

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, sindicato más representativo en las Mesas de Negociación de Instituciones Penitenciarias (IIPP) y de Función Pública, muestra su preocupación por la precariedad laboral y la falta de personal que lastran el normal funcionamiento de las prisiones malagueñas.
Por una parte, en el Centro Penitenciario Málaga I, en Alhaurín de la Torre, la situación es crítica debido a la sobrecarga de internos en algunos módulos, la falta de personal generalizada y la pésima clasificación interior, que están poniendo en riesgo la seguridad en el centro y requieren una respuesta inmediata. En estas instalaciones hay actualmente alrededor de 1.200 internos, con una media de 200 ingresos mensuales, una cifra elevada que no se corresponde con la dotación de plantilla, generando un entorno inseguro y propenso a incidentes.
A ello se suma la pésima clasificación interior, que está exacerbando los problemas de seguridad y aumentado el riesgo de conflictos a través de sobrecargar en exceso algunos módulos, una situación que también afecta a los módulos terapéuticos. Así, en seis de los 13 módulos que tiene el centro penitenciario hay más de 100 internos -más de 120 en dos de ellos- distribuidos en 70 celdas, una ocupación que obvia por completo las repercusiones sobre la seguridad de incrementar la presión de los módulos de esta forma.
CSIF también denuncia una grave falta de personal, que se ha generalizado en todos los servicios. En este sentido, el área sanitaria está especialmente estresada por la falta de médicos, donde el 70% de las plazas están descubiertas (hay tres profesionales de una plantilla de diez); así como de Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE), donde también hay un déficit del 62,5% del personal (hay tres trabajadores de una plantilla de ocho). La causa es la falta de contrataciones y el deficiente sistema de cobertura de las bajas y vacantes de larga duración entre el personal laboral, que la Administración tarda en sustituir entre tres y cuatro meses desde que se produce.
En el caso del colectivo de funcionarios penitenciarios se enfrentan a la nula cobertura de las vacantes que se generan, ya sean por jubilaciones, bajas o vacaciones, de forma que el resto del personal tiene que asumir el exceso de carga de trabajo, pese a los riesgos que conlleva la situación. Como ejemplo, entre el personal de vigilancia, que está en contacto directo con los reclusos en los módulos, se ha normalizado que en cada turno se den tres o cuatro descubiertos por guardia, llegando a contabilizarse hasta siete y ocho huecos en un grupo de 33 funcionarios, es decir, un 20% menos de personal.
CSIF ha exigido, tanto a la dirección del centro penitenciario como a la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias, que adopten medidas urgentes para abordar esta grave situación en el Centro Penitenciario Málaga I, y garantizar la seguridad de profesionales y población reclusa. Para ello, considera fundamental que se agilicen las conducciones de los internos que protagonizan graves incidentes a otros centros, así como que se convoque de forma extraordinaria al Comité de Seguridad y Salud Laboral de la prisión para tratar de solventar estos problemas.
Plantillas insuficientes en Archidona
La falta de personal se ha convertido en un problema crónico también en el Centro Penitenciario Málaga II, en Archidona, cuya Relación de Puestos de Trabajo (RPT) se ha quedado obsoleta, incapaz de responder a las necesidades reales. La administración suple esta disfuncionalidad con la asignación de funcionarios en prácticas cada vez más menguada: respecto al año pasado se ha reducido en 18 efectivos la dotación de personal en prácticas, que no se incorporará hasta julio. CSIF denuncia que estas cifras son claramente insuficientes para cubrir las necesidades reales en condiciones de seguridad y salud para la plantilla, y señala que este refuerzo tampoco llega a todas las áreas del centro, sino que se destina a los servicios más deficitarios, como V1 (vigilancia directa en los módulos).
Mientras el personal en prácticas se incorpora, el número de efectivos en el centro se desploma en todos los departamentos, pese a que la carga de trabajo es la misma o incluso aumenta sin que la administración tenga en cuenta las condiciones de seguridad. La falta de profesionales se extiende por todo el centro, como Unidad Terapéutica y Educativa, módulos residenciales y comunicaciones interiores, que se vienen realizando con un solo efectivo debido a que los funcionarios de vigilancia deben prestar servicio en consolas de otros departamentos de interior.
Respecto al área sanitaria, CSIF recuerda que la prisión de Archidona lleva cerca de tres años sin subdirector médico y ha estado más de año y medio sin médico presencial hasta la incorporación hace unos días de dos nuevos facultativos. Solamente hay dos TCAE en plantilla estructural, más un contrato de refuerzo procedente del SEPE, que están absolutamente sobrepasados por la carga de trabajo.
La central sindical ha trasladado a la dirección del centro penitenciario Málaga II su preocupación por esta alarmante falta de personal, que se ha normalizado y que se agrava notablemente en determinados períodos, y ha reclamado una adecuación de la RPT a las necesidades reales del centro para frenar la precarización y garantizar unas condiciones de seguridad en el centro.
CSIF reitera su reconocimiento a la labor, dedicación y profesionalidad de la plantilla de los centros penitenciarios malagueños ante la falta de respaldo que sufren por parte de la administración y que les condena a unas condiciones de trabajo precarias. Cabe mencionar que estos profesionales son quienes sostienen con su esfuerzo la prestación de este servicio esencial para la sociedad, a pesar del abandono institucional.
La central sindical ha vuelto a recordar la importancia del reconocimiento de agentes de la autoridad para los profesionales penitenciarios –la central sindical está manteniendo encuentros con todas las organizaciones políticas a distintos niveles por este motivo-, así como la urgente necesidad de contar con una plantilla completa en todas las áreas del centro para garantizar la seguridad y salud del colectivo.
Igualmente, ha reivindicado formación continua para los profesionales penitenciarios ante situaciones de riesgo y conflicto; la actualización de los medios coercitivos con la implementación de los dispositivos TASER para situaciones controladas y excepcionales y de forma totalmente regulada; y acceso a nuevas tecnologías para hacer frente a los drones cuya problemática es también peligrosa para la seguridad en el centro. CSIF ha recordado también la necesaria equiparación retributiva con respecto a las comunidades con competencias transferidas; y la transferencia de competencias respecto a la Sanidad Penitenciaria.