Goteras, desprendimientos y accesos inseguros en la comisaría de Ciutat Vella en Valencia
29 de diciembre de 2026
El sindicato CSIF denuncia que el abandono de las instalaciones policiales pone en riesgo la seguridad y la dignidad de los agentes
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia, una vez más, el estado de abandono y las graves deficiencias estructurales que presenta la 1ª Unidad de Distrito de Ciutat Vella, una situación absolutamente inadmisible tanto para los profesionales que prestan servicio en ella como para la ciudadanía a la que deben proteger.
Como si todo lo anterior no fuera suficiente, el pasado viernes se produjo un desprendimiento de una chapa de la fachada del edificio, un hecho de extrema gravedad que podría haber tenido consecuencias dramáticas si hubiera impactado sobre cualquier persona. Hablamos de un riesgo real de lesiones graves o muy graves, consecuencia directa de la falta de mantenimiento y la dejadez prolongada por parte de la administración responsable.
En primer lugar, los vestuarios femeninos se encuentran en un estado deplorable, con graves problemas de filtraciones, instalaciones deterioradas, elementos rotos y unas condiciones que vulneran la dignidad mínima de las agentes. El sindicato insiste que resulta inaceptable que quienes desempeñan una labor esencial para la seguridad pública tengan que cambiarse y asearse en espacios inseguros, insalubres y claramente obsoletos.
CSIF ya advirtió esta situación el pasado 4 de diciembre en Mesa Técnica, sin que hasta la fecha se haya adoptado solución alguna. Lejos de mejorar, el problema se ha agravado, llegando incluso las goteras hasta la zona del armero, con el consiguiente riesgo que ello conlleva.
A esta situación se suman graves deficiencias en la seguridad de los accesos a la comisaría. En concreto, la puerta acristalada de la calle San Miguel, situada antes del acceso de los funcionarios, fue retirada por encontrarse rota y nunca ha sido repuesta. Este tipo de carencias en los sistemas de seguridad ponen en riesgo tanto a los agentes como a las personas que acceden al edificio. Una comisaría no puede permitirse accesos vulnerables: se trata de un punto sensible, estratégico y potencial objetivo de incidentes graves.
CSIF informa que estas deficiencias no son hechos aislados ni anecdóticos. Podríamos añadir muchas más, como las constantes averías del ascensor de vehículos que da acceso al garaje de la unidad, entre otros problemas recurrentes. Todo ello es el resultado de años de abandono, falta de inversión y desinterés, que han convertido un edificio policial en un foco permanente de peligro.
No se puede exigir profesionalidad, entrega y responsabilidad a los agentes mientras se les obliga a trabajar en instalaciones que no cumplen las condiciones mínimas de seguridad.
Desde CSIF exigimos actuaciones inmediatas, con soluciones reales y urgentes, no parches temporales ni promesas vacías. Cada día de inacción incrementa el riesgo de que ocurra una desgracia, y alguien deberá asumir responsabilidades si eso sucede.