Los sindicatos de sanidad denuncian que la Conselleria de Sanidad bloquea la negociación de las 35 horas y otras mejoras laborales
19 de noviembre de 2025
CSIF, SATSE, CCOO, UGT e INTERSINDICAL SALUT-IV inician un nuevo calendario de movilizaciones el 16 de diciembre.
La mayoría sindical de la Mesa Sectorial de Sanidad, CSIF, SATSE, CCOO, UGT, e INTERSINDICAL SALUT-IV, denuncia que la Conselleria de Sanidad, bajo la dirección del conseller Marciano Gómez, mantiene una actitud sistemática de bloqueo al diálogo y a la negociación colectiva. Esta situación se ve agravada por el incumplimiento del acuerdo firmado el 8 de marzo de 2023, relativo a la implantación de la jornada laboral de 35 horas semanales y otras medidas para la mejora de las condiciones laborales del personal y de la sanidad pública.
El acuerdo alcanzado debía implantarse y consolidarse para mejorar las condiciones laborales de todo el personal, pero lleva dos años paralizado porque la Conselleria lo quiere renegociar, o incluso anular. Lo firmado, fruto de una intensa negociación entre Sanidad y las organizaciones sindicales, debería seguir plenamente vigente. Su incumplimiento denota el desprecio hacia el trabajo sindical realizado y perpetúa el deterioro de nuestra sanidad pública.
La distribución de la jornada de 35 horas semanales de lunes a viernes en turno fijo es una medida que el conseller Marciano Gómez podría haber implementado sin modificar lo pactado, ya que el marco legal tanto autonómico como estatal lo permite. Sin embargo, a noviembre de 2025, dicha jornada aún no se ha implantado, generando frustración entre el personal y un agravio comparativo con otras comunidades autónomas que sí la han aplicado, lo que les permite atraer y retener a más profesionales. La sanidad valenciana no puede permitirse quedar atrás.
Malestar y pérdida de confianza entre el personal sanitario
El personal sanitario había acogido con especial ilusión muchas de las medidas acordadas, ya que suponían una mejora real en sus condiciones laborales y en la conciliación de la vida profesional y familiar, además de repercutir positivamente en una atención sanitaria de mayor calidad. No obstante, la decisión de la Conselleria de aplazar la aplicación completa de la jornada de 35 horas y vincularla a desarrollos normativos y presupuestarios ha generado malestar, movilizaciones y una pérdida notable de credibilidad.
Los sindicatos de sanidad recuerdan al conseller que ni las formas ni el fondo han sido adecuados. Plantear una renegociación, durante la próxima legislatura, de un acuerdo ya firmado y con desarrollo previsto desde 2023, supone un claro incumplimiento del compromiso adquirido. Las organizaciones sindicales exigen que la Conselleria abra de forma inmediata una mesa de negociación para abordar esta situación y evitar un conflicto mayor.
Tanto el personal sanitario como la ciudadanía llevan muchos meses siendo víctimas de la mala gestión de esta Conselleria. El conseller ha pasado de incumplir sus compromisos y debilitar la negociación colectiva, a demostrar que carece de la capacidad necesaria para gestionar. El personal ha sido víctima de decisiones unilaterales, imposiciones verticales y un desprecio sistemático al diálogo social.
Marciano Gómez confunde autoridad con autoritarismo. La imposición de medidas no puede ser la base de una política sanitaria moderna, participativa y orientada al bien común. La Conselleria de Sanidad no había vivido hasta ahora una etapa de deterioro tan profundo en las relaciones laborales, ni una desconexión tan evidente con la realidad de los centros sanitarios, lo que está afectando gravemente tanto a las condiciones laborales como a la calidad asistencial.
Los sindicatos señalan, además, que no se han cumplido otras promesas, como la mejora de las agendas médicas, la reducción de las listas de espera o la creación de la figura de la enfermera escolar. Respecto al modelo organizativo, critican un cambio en el decreto de la Atención Primaria que consideran retrógrado, ya que reduce la autonomía profesional, limita recursos y no afronta los problemas estructurales. Reclaman un modelo más participativo, con plantillas dimensionadas según las necesidades de la población, tiempo suficiente para cada consulta y respeto a los derechos en materia de salud laboral.
También denuncian que sigue paralizado un decreto clave sobre alertas de Salud Pública, el que regula el sistema de alerta precoz y respuesta rápida, al no entrar en vigor retrasa la puesta en marcha de una herramienta esencial para responder a emergencias sanitarias.
En cuanto al presupuesto de la Generalitat Valenciana para Sanidad, aunque en 2025 ha alcanzado los 9.170 millones de euros, no se ha traducido en mejoras tangibles para los y las profesionales ni en un refuerzo real del sistema.
Ante todo, ello, CSIF, SATSE, CCOO, UGT e INTERSINDICAL SALUT-IV inician un nuevo calendario de movilizaciones, con una primera concentración frente a la Conselleria de Sanidad el próximo 16 de diciembre, así como una solicitud de reunión en cuanto se nombre al próximo President de la Generalitat, como máximo responsable político de la sanidad valenciana. Las organizaciones sindicales no dudarán en intensificar sus movilizaciones si no se produce un cambio real y urgente.
Reclaman que sus demandas sean tratadas con seriedad, que se respeten los acuerdos firmados y que se abra una negociación efectiva que garantice la recuperación y el fortalecimiento del sistema sanitario público valenciano.