Aprobados en la oposición… pero sin futuro: el malestar de un centenar de subalternos en la Generalitat Valenciana (Elección de destino CONVOCATORIA 173/21 APF Subalternos, APT-APF-01)

25 de noviembre de 2025

Tras meses, incluso años de estudio, renuncias personales y un proceso selectivo extremadamente exigente, alrededor de un centenar de aspirantes han conseguido superar la oposición para el cuerpo de Subalternos de la Generalitat Valenciana. Un logro que, lejos de convertirse en el esperado acceso estable al empleo público, ha acabado transformándose en una amarga decepción para muchos de ellos.

 

Las plazas ofertadas por la Administración autonómica presentan un problema que consideramos inaceptable: muchos de los destinos se encuentran a más de 50 kilómetros de los domicilios de los aprobados. Una distancia que, combinada con el sueldo del cuerpo de Subalternos —muy próximo al Salario Mínimo Interprofesional—, convierte el trabajo en una opción poco menos que inviable.

Resulta cuanto menos paradójico que, un funcionario interino de cualquier APF o grupo C llamado de una bolsa de trabajo, pueda renunciar a un puesto ofertado a más de 50 km porque se entiende que no es viable, pero cuando lo hace un funcionario de carrera porque ha superado un proceso selectivo, las opciones es: o coges lo que te toca o renuncia.

 

Después de todo lo que supone preparar una oposición, de dedicarle horas interminables y sacrificar prácticamente todo, te das cuenta de que el empleo que has conseguido no te permite ni cubrir los gastos de desplazamiento. Decenas de nuevos funcionarios en expectativa de destino afirman sentirse frustrados.

 

Un salario insuficiente para un destino a 70, 90 o más de 100 kilómetros

 

Los afectados aseguran que el sueldo base del puesto, uno de los más bajos dentro del empleo público, se vuelve claramente insuficiente cuando el trabajador debe recorrer diariamente largas distancias para llegar al centro asignado. Para muchos, aceptar la plaza significa perder dinero cada mes.

 

El problema va más allá del coste económico: el tiempo de desplazamiento, las dificultades de conciliación y la falta de alternativas generan una presión que, está provocando que algunos se planteen renunciar incluso después de haber aprobado la oposición.

 

Una administración que necesita cubrir plazas… pero que no facilita que se puedan ocupar.

 

La ubicación alejada, unida a la falta de incentivos económicos o de mecanismos ágiles de movilidad, hace que muchos aprobados no puedan asumir el puesto sin que ello afecte gravemente a su economía familiar.

 

Desde CSIF, reclamamos que la Administración revise el sistema de adjudicación de destinos, que se amplíe considerablemente el número de las plazas para poder elegir y habilite medidas de movilidad.

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