Resumen reunión de trabajo de Agentes Medioambientales, lecciones que seguimos sin aprender.

Los devastadores incendios de este verano han vuelto a poner de manifiesto una realidad incómoda: no hemos aprendido nada. Año tras año asistimos al mismo drama, con miles de hectáreas arrasadas, daños irreparables en la biodiversidad y un enorme coste social y económico. Sin embargo, las políticas de prevención continúan siendo la gran asignatura pendiente.

La Generalitat Valenciana alega falta de recursos para cubrir todas las plazas de agentes medioambientales o ampliar la plantilla, un argumento que se repite como excusa. Pero lo cierto es que invertir en prevención y en reforzar los cuerpos especializados resulta mucho más eficiente —y menos costoso— que afrontar las consecuencias de una catástrofe.

Sin una dotación suficiente de medios humanos y materiales, seguimos condenados a gestionar el desastre en lugar de evitarlo. Y mientras tanto, la ciudadanía paga dos veces: primero con sus impuestos y después con la pérdida irreversible de su patrimonio natural.