Trabajadores de Fuerte Mendizábal se manifiestan contra la agresión a una psicóloga en la prisión de Sevilla II
16 de julio de 2025

Los sindicatos denuncian más de mil agresiones en dos años y exigen medidas urgentes al Gobierno
Trabajadores del Centro Penitenciario de Ceuta, Fuerte Mendizábal, se han concentrado este martes a las puertas de las instalaciones para condenar la brutal agresión sufrida por una psicóloga en la prisión de Sevilla II, un ataque que consideran el síntoma más alarmante de una “falta estructural de protección” hacia el personal penitenciario en todo el país.
La protesta, convocada por los sindicatos CSIF y ACAIP-UGT, se suma a las movilizaciones ya iniciadas tras el ataque del pasado 8 de julio. Durante una entrevista individual, un interno con antecedentes violentos golpeó a la psicóloga, la mordió, le arrancó mechones de pelo y la amenazó con violarla y secuestrarla. La rápida intervención del personal evitó consecuencias aún más graves.
El portavoz del CSIF en Ceuta, Juan Iglesias, ha explicado que el agresor acumulaba siete incidentes violentos solo entre mayo y junio, incluidos episodios de masturbación pública y exhibicionismo, pese a lo cual fue ubicado en un “módulo de respeto”, un espacio autogestionado con medidas de seguridad reducidas. En este senido, considera que este interno nunca debió estar ahí, sino en un centro psiquiátrico penitenciario”, denunció.
Según los datos aportados por los sindicatos, se han producido más de mil agresiones al personal penitenciario en los últimos dos años. En Sevilla II, otras tres mujeres trabajadoras han sufrido agresiones sexuales recientemente, un patrón que para CSIF pone de manifiesto fallos graves y reiterados en el sistema de clasificación y control interno.
En ese sentido, los representantes sindicales reclaman una reforma urgente del protocolo antiagresiones, un nuevo régimen sancionador más eficaz y la aprobación de dos Proposiciones de Ley que otorguen a los funcionarios penitenciarios la condición de agentes de la autoridad y el principio de indignidad para los agresores.
EL PUEBLO DE CEUTA