CSIF denuncia la filtración de imágenes del Centro Penitenciario Brians 1 y reclama garantías de seguridad y respeto institucional para los funcionarios

Barcelona, 30 de septiembre de 2025- La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) expresa su profunda preocupación por la filtración de imágenes relativas a una intervención ocurrida el pasado 30 de diciembre de 2024 en el Centro Penitenciario Brians 1, un hecho que, además de vulnerar la necesaria confidencialidad, pone de nuevo de manifiesto la situación de inseguridad y vulnerabilidad que sufren los profesionales penitenciarios en Cataluña.

Ese día, una interna profirió amenazas graves y directas contra los funcionarios de servicio, manifestando expresamente su voluntad de agredir tanto a los trabajadores presentes como a sí misma. Ante esta situación de riesgo, y siguiendo los protocolos de actuación, los responsables ordenaron una contención mecánica ejecutada con criterios estrictamente profesionales y con el máximo respeto hacia la persona interna.

Sin embargo, las imágenes del procedimiento fueron difundidas de manera indebida en medios de comunicación, sin contextualizar ni explicar los antecedentes que motivaron la actuación, lo que ha contribuido a generar una percepción distorsionada y a cuestionar injustamente la labor de los funcionarios penitenciarios.

CSIF PRISIONES subraya que “la actuación de los trabajadores fue en todo momento ejemplar, proporcional y ajustada a la normativa, garantizando la seguridad de la interna, de los profesionales y del propio centro”.

En este sentido, CSIF PRISIONES reclama:

• Una investigación exhaustiva para esclarecer el origen de la filtración y depurar las responsabilidades que correspondan.
• El máximo respeto institucional y mediático hacia la labor de los profesionales penitenciarios, esencial para la seguridad y la convivencia.
• Una defensa pública y firme por parte de la Dirección General de Asuntos Penitenciarios que reconozca la profesionalidad del colectivo y proteja su imagen.

CSIF recuerda que los funcionarios de prisiones desarrollan diariamente una tarea de alta responsabilidad en un entorno de riesgo constante, y que resulta imprescindible garantizar tanto su seguridad como la confianza social en un servicio público esencial para el buen funcionamiento del sistema penitenciario.