Se inicia la movilización en la Inspección de Trabajo y Seguridad Social

23 de marzo de 2022

El 22 de marzo se convocaron concentraciones de protesta en todos los centros de trabajo de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y el 30 de marzo se convoca una primera jornada de huelga de toda la plantilla.

 

Tras ocho meses de espera solo se concreta el incumplimiento del Gobierno del acuerdo adoptado el pasado 7 de julio que recogía una serie de medidas fundamentales para salvar el funcionamiento de la ITSS. La Inspección de Trabajo y Seguridad Social sufre una acumulación de déficit que colocan su actividad al borde del fracaso. Se carece de la plantilla necesaria, se carece de los recursos técnicos y materiales fundamentales. No existe un reconocimiento al esfuerzo de su plantilla y la colaboración de esta, que es lo que ha salvado el funcionamiento de esta institución en los últimos años, está en vías de agotarse.

Todas las organizaciones que suscriben esta nota de prensa han convocado un primer día de huelga de 24 horas de toda la plantilla de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social para el próximo día 30 de marzo. Con carácter previo y como primera medida de protesta de carácter colectivo, se han convocado concentraciones de los trabajadores y trabajadoras de la ITSS ante cada una de sus sedes provinciales para el día 22 de marzo entre las 12:00 y las 12:30 horas, en la Comunidad Autónoma de Canarias el horario será de 11:00 a 11:30 horas para hacerlo coincidente con la acción en ámbito peninsular. Aunque, por parte de las organizaciones convocantes, se ha mantenido una posición excepcionalmente moderada en lo que a las exigencias de aplicación de un acuerdo que ya tiene ocho meses de retraso, se ha llegado a un punto en donde solo puede concluirse la voluntad del gobierno de incumplir el mismo y provocar el completo abandono del organismo y de su plantilla.

No podemos permanecer en silencio cuando, por un lado, el ministerio y otros órganos de este gobierno, ensalzan el papel de la ITSS y el trabajo que desde esta institución debe abordarse en el futuro y por otro se olvidan de reforzarla y desprecian las medidas esenciales que se habían acordado como primer paso para superar los déficit existentes en este organismo. Sorprende aún más si cabe la debilidad de los máximos responsables del Ministerio de Trabajo y Economía Social que renuncian a defender un acuerdo que ha sido suscrito por ellos, avalado por la propia ministra, y que responde a un diagnóstico compartido para buscar las soluciones necesarias en la Inspección de Trabajo y Economía Social que debiera servir para construir la institución que este país necesita en este siglo XXI.

Es indudable que abrir un conflicto en la Inspección de Trabajo y Seguridad Social puede tener consecuencias que afecten a la ciudadanía. No está en nuestra voluntad propiciar un deterioro aún mayor de nuestro organismo, pero de cara al futuro serían mucho más peligroso transigir y mantenernos en silencio ante decisiones políticas que propician una situación que en su desarrollo futuro pone en riesgo el papel y la calidad del servicio que debe garantizarse desde la ITSS. 

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