La cruel desescalada de Paradores con los trabajadores más empobrecidos que nunca

Dentro de este laberinto en el que se ha convertido la desescalada para el sector de la hosteleria, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas, denuncia la incertidumbre máxima de una empresa pública como Paradores que da trabajo a más de 4.000 empleados. Con las puertas cerradas desde el 16 de marzo y con los trabajadores más empobrecidos que nunca, el sindicato exige al Gobierno fechas y medidas concretas para desbloquear a Paradores que se encuentra en el momento más vulnerable en sus 91 años de historia. Hay Paradores situados en provincias que a partir de hoy ya han pasado a la fase 2 y que, sin embargo, no pueden abrir porque aún no están autorizados los desplazamientos entre provincias. Después de 71 días, CSIF no quiere prisas pero sí exige al Gobierno una respuesta clara para los trabajadores de una empresa que es de su propiedad. Hasta ahora todo son conjeturas mientras que hay trabajadores que con los recortes salariales no llegan al salario mínimo interprofesional (SMI) que, además, adeudan tiempo de trabajo a la empresa de los días de permiso retribuido recuperable que concedió el Gobierno desde el 30 de marzo al 8 de abril. "No queremos desesperarnos pero la situación es difícil. Ves como otros trabajadores se reincorporan a sus puestos y, sin embargo, nosotros seguimos sin una fecha concreta. Y en muchos casos la necesitamos ya sólo por una cuestión de supervivencia económica. Los precios y las facturas siguen siendo las mismas y con lo que cobramos ahora no se llega", explica uno de los trabajadores de recepción de la empresa pública que, tal y como explica CSIF, refleja el sentir general entre los empleados de una empresa pública como Paradores que se encuentra en el momento más difícil de su vida.