Denuncia que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) adquirió coches, sin tracción total, para una guardería fluvial que cada año realiza de media 50.000 kilómetros por terrenos inaccesibles, lo que contrasta con los vehículos que utilizan otros empleados del organismo, y que supone una discriminación.
Critica la desprotección de sus 65 agentes al mantener coches de más de 14 años, con 400.000 kilómetros, sin el rótulo identificativo de la CHD, y que duermen en la calle. Asimismo, no les dotan del uniforme reglamentario que les permita identificarse como agentes de la autoridad.