30 grados en las aulas: la realidad de las escuelas e institutos de la provincia de Girona

  • Prensa y Comunicación

2 de xuño de 2025

 


CSIF denuncia la inacción del Govern ante una emergencia de salud pública que pone en riesgo a miles de alumnos y docentes en Cataluña

Girona, 2 de junio de 2025. – La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia que los centros educativos públicos de Cataluña son, a día de hoy, los únicos espacios de concurrencia pública sin ningún sistema generalizado de climatización. Esta situación, totalmente inaceptable en pleno siglo XXI, se agrava año tras año con los efectos del cambio climático. Según el Servicio Meteorológico de Cataluña, la temperatura media en el país ha aumentado 1,8 °C en los últimos 72 años, y hasta 2,5 °C en verano. La realidad es clara: los episodios de calor extremo son cada vez más habituales y afectan directamente a la salud, el bienestar y el rendimiento de miles de alumnos y docentes.

Este mes de mayo ya hemos tenido pruebas evidentes. En Sant Jordi Desvalls (Gironès), el pasado jueves se registraron 31 °C dentro de un aula. En La Jonquera (Alt Empordà), esta misma semana, varios barracones superaron también los 30 °C. Y apenas estamos a finales de mayo. “Dar clase se convierte en un ejercicio de resistencia. El alumnado pierde la concentración, se marea y tenemos que apañarnos con lo que tenemos, ya que no nos han enviado ventiladores nuevos este año y la medida que propone el Departamento es irnos una hora antes a casa”, comenta una profesora de un instituto de la ciudad de Girona.

A todo esto, la normativa estatal (Real Decreto 486/1997) establece claramente que el límite para lugares de trabajo como las escuelas es de 27 °C. A ningún otro sector público se le exigiría trabajar en estas condiciones. Ninguna administración permitiría que sus funcionarios prestaran servicio durante horas en espacios a más de 30 °C. Pero en las escuelas e institutos esto sigue siendo habitual.

Desde CSIF Educación Cataluña denunciamos esta situación como una emergencia de salud pública. “Las aulas se están convirtiendo en espacios insalubres y el Govern no actúa. Un ventilador por aula, con suerte, no es una solución. Es un parche. Es una evasión de responsabilidades”.

“Los riesgos del calor extremo no se limitan a la incomodidad: pueden provocar agotamiento, mareos, calambres, vómitos e incluso golpes de calor con riesgo vital. Los niños pequeños, las personas con enfermedades crónicas o discapacidad, y las mujeres embarazadas son especialmente vulnerables. Y ni las cortinas, ni las persianas, ni las botellas de agua pueden protegerles adecuadamente”.

Por ello, desde CSIF exigimos la climatización inmediata y efectiva de todos los centros educativos. Exigimos que se reconozca el riesgo real que implica esta exposición continuada a temperaturas extremas y que se activen medidas de emergencia con presupuesto y calendario.

“Ya basta de excusas. Las escuelas deben dejar de ser las grandes olvidadas de las políticas públicas. Hay que actuar ya. Por justicia, por dignidad y, sobre todo, por salud”.

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