Con los bomberos no se juega

Con los bomberos no se juega

Las organizaciones sindicales firmantes denunciamos nuevamente la deslealtad institucional de la Dirección General de Emergencias (DGE), que ha llevado a una negociación propia del Cuerpo de Bomberos fuera de su ámbito natural, elevándola indebidamente a la Mesa Sectorial de Funcionarios.

Nos encontramos con un preacuerdo negociado a espaldas de los sindicatos y de la Jefatura del Cuerpo de Bomberos, con algunos trabajadores, sin información previa ni transparencia. Se llegó incluso a responsabilizar falsamente a las organizaciones sindicales de la exclusión de los colectivos de Ingenieros Técnicos Forestales (ITF) y Unidad Médica del Acuerdo de Bomberos, cuando dicha exclusión fue una imposición directa de Función Pública y Hacienda. Una acusación deleznable, injusta y mentirosa.

El propio Acuerdo de Bomberos establecía que la regulación de alertas y compensaciones de estos colectivos debía negociarse antes del 31 de diciembre. La DGE ha tenido cuatro meses para hacerlo y, sin embargo, ha optado por una vía unilateral y opaca.

Por respeto al marco propio de negociación del Cuerpo de Bomberos, CSIT y CSIF manifestamos desde el inicio nuestra negativa a valorar un documento que no garantizaba la estabilidad de los colectivos afectados, al basarse exclusivamente en la voluntariedad y exigir un elevado número de alertas a la Unidad Médica, comprometiendo su continuidad.

Nuestra postura ha sido constante: cualquier acuerdo debía ir acompañado de una planificación clara de creación de empleo, tanto para ITF como para la Unidad Médica, que permitiera garantizar el servicio. Cuando se planteó esta necesidad, la Administración mostró disposición a reconsiderar aspectos que inicialmente se consideraban inviables.

Desde CSIT y CSIF trasladamos una propuesta basada en las necesidades reales de la Unidad Médica, avaladas por la propia Jefatura:

• 4 médicos.
• 3 enfermer@s
• 2 psicólog@s
• 12 Ingenieros Técnicos Forestales (ITF)

y la revisión urgente de las condiciones económicas de las facultativas.

La respuesta de la Administración fue claramente insuficiente: una propuesta de mínimos, sin garantías reales de cobertura ni mejora económica, que condena al cierre de la Unidad Médica. Además, se intentó forzar una decisión inmediata, sometiendo a las OOSS a un auténtico chantaje, vulnerando nuestros propios procedimientos internos y mostrando una clara mala fe negociadora.

No cedimos. Con CSIT y CSIF no se juega. Mantuvimos la unidad sindical y votamos en contra de un acuerdo que ponía en riesgo inmediato un servicio esencial. Aunque otras organizaciones votaron a favor, el acuerdo no fue aprobado.

Consideramos que esta situación pone de manifiesto una gestión mejorable por parte de la DGE (de nuevo) y la necesidad de reconducir las negociaciones al ámbito propio del Cuerpo de Bomberos, con diálogo, planificación y respeto institucional.

Por todo ello, las organizaciones firmantes iniciamos un proceso de conflicto con la Administración ante el riesgo existente para la continuidad de la Unidad Médica tras la próxima jubilación de Vicente Moreno. Se valorarán medidas de movilización que podrán revisarse si se presenta una nueva propuesta que garantice adecuadamente las plazas necesarias, mejoras económicas reales y una plantilla de ITF suficiente.

Que sirva de lección: las mesas de negociación del Cuerpo de Bomberos son la consecuencia del trabajo y lucha histórica de los representantes de los trabajadores de TODAS las organizaciones sindicales. Cuando no se respetan, hay consecuencias.

Porque lo particular nunca se impondrá a lo general.