CSIF denuncia presiones a familias, alumnos y profesores por la polémica del horario en los colegios públicos de la Romareda

CSIF apoya a las familias y profesores de los dos colegios que aprobaron la reducción del periodo intersesiones (Margarita Salas y Cesáreo Alierta), que el juzgado ha paralizado cautelarmente. También pide a la DGA que no se lave las manos y facilite la jornada continua.

Zaragoza. (28/10/2022).- La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia las presiones que están sufriendo profesores, familias e incluso alumnos por la polémica del horario en los cuatro colegios públicos de la Romareda (Cesáreo Alierta, Margarita Salas, Doctor Azúa y César Augusto). CSIF acusa a la DGA de lavarse las manos, y critica que están primando intereses económicos de las asociaciones de padres y de las empresas que gestionan las extraescolares.

La situación es especialmente tensa en los colegios Cesáreo Alierta y Margarita Salas, en los que el consejo escolar aprobó en junio la reducción del periodo intersesiones de mediodía para este curso. En ambos casos, el consejo escolar -el órgano que representa a toda la comunidad educativa- aprobó reducir el periodo intersesiones (antes las clases paraban tres horas) y que el nuevo horario fuera de 9.00 a 12.30 y de 14.30 a 16.00. Sin embargo, los tribunales han paralizado cautelarmente el cambio tras las demandas presentadas por algunas familias, sin tener en cuenta la opinión de la mayoría.

En el caso del colegio Cesáreo Alierta, la paralización del cambio horario se ha producido con el curso ya empezado, con el consiguiente trastorno para las familias, que ya se habían organizado con el nuevo horario. Cerca de 200 padres y madres de los dos colegios han firmado un manifiesto denunciando los perjuicios. “Las familias y los profesores de ambos colegios se han visto perjudicados. Pero los niños y niñas son los que más han sufrido las consecuencias de cambios de horario de un día para otro, mal ambiente entre las familias y malestar por la situación de incertidumbre”, afirman en el escrito.

CSIF apoya a estas familias y critica la inacción del Departamento de Educación. “La DGA ha permitido que la tensión creciera en estos colegios. Profesores y familias partidarios del cambio horario están sufriendo amenazas por parte de otros padres y de monitoras de comedor que prefieren la jornada partida como antes porque les beneficia. La situación está afectando también a los niños. La DGA no puede mirar para otro lado”, asegura Mónica de Cristóbal, responsable de Educación de CSIF Aragón.

Los cuatro colegios públicos de la Romareda son de los pocos que quedan en Aragón con jornada partida. Actualmente sólo 11 colegios en la provincia de Zaragoza y 7 en Huesca mantienen ese modelo. CSIF pide que todos los centros puedan tener jornada continua y que se implementen mejoras en la convocatoria para hacer el proceso más democrático.