CSI.F Murcia: ITV ALCANTARILLA "Crónica de una muerte anunciada" (Paco E. Jimenez. Sindicato CSI.F)
03 de Julio de 2015

Que los turismos y vehículos de transportes de mercancías y personas han evolucionado gracias a la tecnología y las demandas y necesidades de la sociedad es obvio. Motivo por el cual los talleres de automoción y vinculados se han tenido que adaptar a estos cambios de manera rápida y eficaz para estar a la altura de los clientes.

Ver nota de prensa completa, publicada en el diario Canal del Funcionario. La Verdad.

Que los centros y servicios pertenecientes a las Administraciones Públicas, relacionados con la automoción, en la mayoría de las ocasiones no experimentan esta adaptación con la misma celeridad y eficacia que se le pide al ámbito privado, también es conocido.

Que en la Región de Murcia existe un ejemplo palpable de ello, lo tenemos en la Inspección Técnica de Vehículos –ITV- de Alcantarilla, dependiente de la Dirección General de Industria y por tanto de la Consejería de Industria, Turismo , Empresa e Innovación.

La ITV de Alcantarilla está muy lejos de presentar unas condiciones dignas no sólo para los ciudadanos de la Región de Murcia sino también para los empleados públicos que tienen que realizar su trabajo cada día en la misma.

Hablamos de goteras, que incluso han caído en ocasiones sobre instalaciones eléctricas, con el correspondiente riesgo de incendio, oficinas medio abandonadas y con aspecto de haber sufrido el paso del tiempo por ellas, falta de espacios adecuados y suficientes para que los usuarios no sufran, por ejemplo, los 40º C. que se dan en esta época del año, una valla exterior para proteger las naves, inconsistente y deteriorada y por supuesto, la falta de una vigilancia permanente y eficaz de las instalaciones.

Todo ello, ha dado lugar en estos últimos años, a que se repitan una decena de robos e incluso, en una ocasión, un atraco a mano armada, que puso en peligro la vida de un trabajador al estar encañonado una hora aproximadamente delante de los asaltantes.

Este escenario, que parece más bien el guión de una película, en realidad habría que catalogarlo como “expediente X” ya que es fruto de la dejadez y abandono de la Administración Regional que ha decido dejar en la inanición un servicio que al contrario de lo que pudiera parecer es muy rentable para las arcas de la misma.

La ITV de Alcantarilla, hoy por hoy, es uno de los servicios que más dinero recauda para la Comunidad Autónoma de Murcia. Sin embargo, con la reducción de plantilla que se ha producido durante estos años y la falta de mejora de las condiciones de trabajo de sus empleados, en cuanto, a formación e información, desarrollo de carrera profesional y por tanto, reconocimiento y pago de la responsabilidad, peligrosidad y penalidad del trabajo realizado, nos encontramos con líneas de inspección de vehículos cerradas porque no hay personal suficiente para atenderlas, lo que supone, dejar de ingresar, mínimo un millón de euros al año, sólo en tasas de vehículos que se podrían inspeccionar.

Los trabajadores conocedores de la situación, llevan denunciando durante años mediante escritos e incluso recursos, dirigidos a todos y cada uno de sus superiores jerárquicos, incluidos los distintos Consejeros de Industria que han ostentado el cargo, las penalidades, agresiones físicas y verbales sufridas, así como de las circunstancias que se podrían dar, que más tarde por desgracia se han hecho realidad.

CSIF como sindicato más representativo en las Administraciones Públicas, no sólo ha denunciado una y otra vez junto con los trabajadores estos hechos, sino que también ha intentando mediante negociación llegar a acuerdos con la Administración para solucionar esta situación, siendo en todas las ocasiones obviadas sus sugerencias y aportaciones.

CSIF incluso ha sido la única organización que ha acompañado a empleados de la ITV, ofreciéndoles los servicios jurídicos, cuando han tenido que ir a declarar ante la policía o a los juzgados por procesos en los que se ha visto envuelta la ITV de Alcantarilla, siendo a falta de lo que dictamine el juez, meros sufridores de la falta de rigor y legislación clara de la normativa de inspección y por tanto protagonistas, a su pesar, de deficiencias que los deja en una situación de indefensión manifiesta.

¿Qué hubiese ocurrido si, en el desgraciado y reciente accidente del autobús de Bullas, en el que perdieron la vida muchas personas, la investigación hubiese dictaminado que se produjo por una incorrecta revisión técnica del vehículo, que se hizo en la ITV de Alcantarilla, y en vez de haberla realizado un Mecánico Inspector, la hubiese realizado un Ayudante de Inspección, que desde hace decenios vienen realizando el mismo trabajo que los primeros, porque así ha interesado a la Administración Regional?

¿Por qué se ha llegado entonces a esta situación? La respuesta se orquestó hace ya tiempo, cuando se decidió liberalizar la Inspección Técnica de Vehículos y adjudicar la mayoría de las existentes a Concesionarias privadas así como la creación de nuevas. Sólo se mantuvo como pública, en toda la Región de Murcia, la ITV de Alcantarilla.

Llegados a este punto, cabría preguntarse, de manera hipotética, claro está, ¿cuáles son los oscuros intereses que pueden tener miembros o altos cargos de la Administración Regional, presentes o pasados para no potenciar un servicio que deja mucho dinero? Acaso, ¿las Concesionarias más próximas a la ITV de Alcantarilla, no resultarían tan rentables, y por tanto, no se debe molestar a algún “amiguete” o familiar, al que le debemos algún que otro favor?

Por mucho menos, en otros casos, la fiscalía anticorrupción, ha iniciado de oficio la investigación de estos hechos. ¿Llegará a ser este el caso Puyol-ITV Murciano?

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