El MECD ha dado entrada en el Consejo de Estado a una
nueva versión del anteproyecto LOMCE para su preceptivo informe como supremo órgano consultivo del Gobierno. Los cambios que presenta esta versión con respecto a la anterior (
pueden verse en este texto señalado y comentado) son mínimos, referidos al paso de la FPB al GM (Formación Profesional) directamente sin necesidad de superar un examen de admisión, como pedía CSI-F, la consideración de las lenguas cooficiales como de libre configuración autonómica, en vez de situarla en la categoría de especialidad (como en las versiones anteriores) o la libertad que se da a las comunidades autónomas para redactar las evaluaciones externas de Primaria.
Estos cambios son totalmente insuficientes a la hora de valorar el anteproyecto, que adolece de defectos de fondo que hacen que siga siendo rechazado por todos los sectores de la comunidad educativa:
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Ha faltado el diálogo, la participación y la búsqueda de consensos.
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No apuesta por la Educación y la Enseñanza públicas, equiparando las dos redes.
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Consolida como estructurales medidas que anunciaron como coyunturales y excepcionales: RD/14/2012.
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Reduce la plantilla de profesores a base de compactación de asignaturas de bachillerato y de la especialización curricular de centros (-5.000 profesores).
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Reduce la inversión en Educación del 4’9% PIB (2010) al 3’9% PIB (2015), lo que supone un nuevo recorte de 10.000 millones €.
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Capacita a los directores para elegir al profesorado.
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Permite la reconversión y la movilidad forzosa del profesorado.