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La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas, iniciará esta semana movilizaciones para reclamar apoyos para la Educación pública, que se mantengan los refuerzos de personal contratado por el Covid y que bajen las ratios de alumnado por aula. Las protestas comenzarán el 10 de junio en Madrid con una concentración ante el Ministerio.
Desde el sindicato, reclamamos al Ministerio de Educación y Formación Profesional que tenga en cuenta a los docentes y que abra un proceso de negociación colectiva para mejorar la educación pública de nuestro país.
Urge, además, una reunión urgente con los ministerios de Educación y Sanidad para abordar las condiciones para la vuelta al cole, que nos aclaren cuáles serán estos nuevos requisitos para el próximo curso 2021-22 y los criterios científicos que justifican las medidas de seguridad e higiene que plantean (como la de reducir la distancia de seguridad en las aulas).
Los representantes de los docentes no hemos sido consultados y tan solo conocemos lo publicado por los medios de comunicación, lo que demuestra la falta de voluntad negociadora del Ministerio de Educación.
Por ello, nos hemos dirigido al Ministerio de Educación y a los responsables de las consejerías autonómicas porque es el momento de asegurar al profesorado que se mantendrán las ratios ajustadas con motivo de la pandemia y que se reducirán las mismas para ofrecer una mayor calidad educativa.
Esta reducción de ratios conllevaría un incremento sustancial de las plantillas para el próximo curso 2021-2022. Creemos, en este sentido, que hay que mantener a los cerca de 40.000 docentes de refuerzo incorporados con motivo de la pandemia.
En los últimos diez años, coincidiendo con la anterior crisis económica y los recortes en las CCAA, las plantillas se vieron mermadas con 16.922 docentes, empezando a recuperar parte de estos docentes solo en el último curso.
Además, CSIF aboga por inversiones finalistas procedentes de los fondos europeos que permitan ampliar las plantillas en el curso 2021-2022, reducir los horarios lectivos y mejorar en definitiva la calidad en la educación.
En definitiva, exigimos:
Por último, sobre los exámenes de la EBAU, todos los cursos se dan situaciones que favorecen la disparidad y este año -a causa de la pandemia y la falta de clases presenciales- era más necesario que nunca una prueba única. Reclamamos un acuerdo para lograr un modelo educativo estable que acabe con las desigualdades según las CCAA.
Las pruebas de acceso a la Universidad tienen distintos nombres, fechas y los contenidos varían en función de las comunidades: hay que homologar las enseñanzas en todo el país, estableciendo las materias básicas que recibe el alumnado, independientemente de donde cursen sus estudios.
La ministra de Educación, Isabel Celaá, se comprometió hace más de dos años a crear un grupo técnico para revisar sus contenidos y homologar las formas de corrección de las pruebas, aunque, lamentablemente, no ha habido avances por su falta de voluntad negociadora.