El Gobierno se niega a cerrar Correos. Ahora, promete dos millones de mascarillas que hasta ayer mantenía que no eran necesarias

El Gobierno se niega a cerrar Correos. Ahora, promete 2 millones de mascarillas (sin dar la fecha de cuando llegarán) entre los empleados de la empresa postal cuyo trabajo se sigue catalogando como una causa de fuerza mayor igual que el de los transportistas o el de los trabajadores de Renfe, Aena o Puertos del Estado.

Después de siete días manteniendo que las mascarillas no eran necesarias, el Gobierno sorprende ahora con esta medida que la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) exigía desde el minuto uno, en pleno Estado de Alarma. Los problemas hay que atajarlos desde el principio. Máxime cuando la salud está en juego. 

Las mascarillas llegarán de esta manera a Correos después de haberse registrado casi 400 casos de positivos y casi 2.000 en cuarentena; de la desinfección de multitud de centros de trabajo y del fallecimiento de una empleada de 51 años que ya no tiene solución y que ha demostrado que este no es el camino.

En estas condiciones, CSIF ya no se conforma con las mascarillas ni que se ascienda la distancia de separación entre empleados y destinatarios a 2 metros, sino que exige al Gobierno una convocatoria real de servicios mínimos ya a partir del lunes 23 de marzo. No queremos seguir con esta situación. Los empleados de Correos tienen miedo a contagiar y a ser contagiados.  Y eso no es justo. Para CSIF no es justo después de una semana que ha sembrado el pánico.