Tras las críticas recibidas por CSIF y gran parte de la comunidad universitaria, el ministro de Universidades ha eliminado la complicada fórmula prevista para que las actividades pudieran desarrollarse de forma presencial o de forma online.

Después de la rectificación, el elemento básico del protocolo de Castells es que "cada universidad deberá garantizar que el número de estudiantes en la instalación no supere la capacidad de la misma teniendo en cuenta la separación de 1,5 metros entre los ocupantes". En definitiva, lo que dice el Real Decreto 21/2020.

El Ministerio justifica su vaivén para facilitar la toma de decisiones ante la “variabilidad entre los distintos tipos de instalaciones dentro de una misma universidad y entre diferentes universidades",

CSIF insiste en que las claves están en la necesidad de reforzar las plantillas de PDI y PAS, realizar abundante formación en nuevas tecnologías e incrementar los recursos económicos para adquirir y mantener equipos informáticos y nuevas plataformas digitales.