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La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas y con presencia creciente en el sector privado, ha remitido un escrito al gerente de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS) en la que le comunica el desasosiego existente entre los empleados públicos de residencias de personas mayores, de personas con discapacidad y de menores, que están realizando su trabajo en la crisis del COVID-19 sin los medios de protección necesarios, por tanto, están expuestos a posibles contagios.
De hecho, muchos trabajadores están de baja por haberse contagiado o haber estado en contacto con infectados sin la protección necesaria. Para muestra, el centro de discapacitados intelectuales de San Martín de Valdeiglesias, en el que hay 24 trabajadores de baja. Los trabajadores de todas las residencias y centros del AMAS que siguen en activo que se han puesto en contacto con CSIF han asegurado que apenas les dotan de los medios protección que el propio AMAS recomendaba el pasado 8 de marzo, como EPIs, guantes, bata, mascarilla y protección ocular.
Es tal la escasez que se están dando casos inaceptables y contrarios a cualquier protocolo. Es el caso de una residencia en la que, al carecer sus empleados de los equipos de protección individual necesarios, les obligan a utilizar un mismo EPI a trabajadores de tres turnos diferentes. “En cambio, los jefes de área sí que van protegidos con EPIs. Los chats de whatsapp de los trabajadores están que echan humo”, señala a CSIF uno de estos trabajadores, en referencia a la indignación por la falta de material preventivo.
En el escrito al gerente del AMAS, CSIF le afea que la gestión y coordinación de ciertas direcciones y mandos intermedios no ha estado a la altura de las circunstancias. “La Agencia Madrileña de Atención Social necesita que sus trabajadores presten sus servicios en un clima de seguridad. Ante una situación de alarma como la actual todos deben sentir que se está preservando y protegiendo su propia salud. Solamente partiendo de este principio podrá efectuarse una verdadera labor de atención”, subraya el escrito.
CSIF explica que todos y cada uno de los trabajadores, además de seguir las medidas higiénico sanitario estándar correspondiente al primer nivel de protección, han de prestar servicio con la protección adecuada, es decir, con Equipos de Protección Individual-EPI para los trabajadores con contacto con pacientes y/o áreas contaminadas y al menos disponer de geles hidroalcohólicos, mascarillas y guantes para el resto de trabajadores.
“La desconfianza y el temor campa a sus anchas por los diferentes centros, los trabajadores desconocen el grado de alcance de la enfermedad, la totalidad de residentes y compañeros realmente afectados y se les escatima el material de protección”, indica el escrito, que finaliza con una serie de propuestas para que sean oídas y tenidas en cuenta: