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El gran revuelo ocasionado tras la última edición de “Conversaciones con ANECA” del pasado 1 de octubre, centrada en exponer los principios y directrices generales que van a regir para la actualización de los criterios de evaluación de la investigación, ha obligado a ANECA a publicar una nota informativa donde trata de justificar el uso de indicadores de evaluación de la producción científica que no se centren únicamente en valoraciones cuantitativas o en el uso exclusivo del factor de impacto de las revistas.
En dicha nota se destaca que:
Para CSIF, con estas modificaciones anunciadas, ANECA vuelve a dejar al profesorado en una situación de indefensión jurídica cuando efectúe una solicitud de acreditación (queda al arbitrio de la comisión correspondiente qué criterios deciden aplicar) y vuelve a producir situaciones discriminatorias entre el profesorado según cual sea la comisión a la que pertenece.
Aunque ANECA afirme que estas modificaciones nunca tendrán carácter retroactivo, las resoluciones de distintas comisiones en los últimos años nos indican claramente que ya se han estado aplicando. Es más, como puede verse en el vídeo de “Conversaciones con ANECA” de los pasados 15 y 16 de julio, los presidentes de varias comisiones de Ingeniería y Arquitectura reconocen que los artículos de cierta editorial se valoran en unas comisiones y no se valoran en otras (a pesar de tener publicados unos méritos obligatorios idénticos). Tras esa sesión, los documentos utilizados por los presidentes de las comisiones fueron colgados en la web de ANECA como “Baremos aplicados en cada comisión”. Esto hace que se restrinjan los criterios oficiales a voluntad de cada comisión.
A modo de ejemplo, indicamos a continuación un par de respuestas literales recibidas en resoluciones de acreditación de 2019 y 2020.
Son solo 2 ejemplos, pero es evidente que estas resoluciones no responden a una aplicación de los criterios publicados por esas comisiones (es más, en ambos casos se cumplían el 100% de los exigidos para obtener una calificación de B). Responden a aplicaciones retroactivas de modificaciones como las anunciadas para un futuro.
Cuando se publicaron los criterios en noviembre de 2017, desde CSIF ya se advirtió que, en muchas comisiones, la evaluación de la trayectoria investigadora se iba a reducir al número/posición de los artículos publicados en JCR, ya que no consideraban ningún mérito investigador más. Ahora, casi 4 años después y cuando el profesorado ha tenido que adaptarse a esa exigencia, la situación se puede resumir en una frase simple extraída de uno de los múltiples debates producidos en redes sociales en estos días: “ANECA nos quiere penalizar por darle lo que nos pedía”. Es más, ANECA ha contratado el informe a un equipo no especializado en la materia. Sin embargo, al profesorado se le exige cada vez más, pero ellos no muestran la misma exigencia en sus propias tareas.
Al final, CSIF y el profesorado se preguntan si alguna vez alguien será capaz de poner orden en ANECA y en sus comisiones. Cada vez tardan más en contestar a las solicitudes, los criterios que aplica cada comisión no son sólo cada vez más duros, cuando se prometió que no sería así, sino que cada vez son más arbitrarios, confusos y se aplican casi siempre con carácter retroactivo, dejando al profesorado indefenso y frustrado.
8 de Octubre de 2021