Confusión en el inicio de curso por la adaptación a la nueva normativa

7 de septiembre de 2022

-CSIF incide en la ciclópea burocracia que padecen los docentes, una enorme carga administrativa que se ve incrementada este curso por las nuevas órdenes de evaluación y las adaptaciones de los currículos

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) advierte que el curso escolar 2022-2023, que arranca mañana en Castilla-La Mancha con el regreso a las aulas, comienza con una enorme confusión para los docentes por la ingente carga burocrática que deben soportar.
La nueva ley educativa “implica una ciclópea burocracia extraordinaria para el profesorado sin que solucione ninguno de los problemas estructurales que tiene el sistema educativo”, explica el presidente del Sector de Educación, José Antonio Ranz, que añade que “si antes había una enorme gestión administrativa, ahora con la Lomloe se añaden las nuevas órdenes de evaluación y las adaptaciones de los currículos de Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato. Está siendo un inicio de curso terriblemente complejo, que afecta también a los alumnos y sus familias”. 
De hecho, la publicación tardía de los currículums a mediados de julio ha generado improvisación, no ha dado tiempo a la edición de los nuevos libros de texto y los docentes tienen dudas a la hora de realizar sus programaciones.
Por ello, CSIF reclama el apoyo a los docentes a la hora de implantar la nueva normativa y la contratación suficiente de profesores para llevarla a cabo con éxito en la educación pública.
A ello se suma que después de los cursos marcados por la pandemia se pretende mantener una atención individualizada sin que disminuyan las horas lectivas del profesorado ni se bajen las ratios. Es decir, “se exige más con menos recursos”, señala Ranz, en un curso en el que se mantienen problemas como el horario superior a las 20 horas lectivas en Secundaria y Bachillerato por los ajustes de plantilla, el elevado número de jornadas reducidas de interinos (un 20% en Infantil y Primaria y un 34,7% en Secundaria y Bachillerato) o la falta de apoyo a los docentes en el tema de las calificaciones.
No en vano, la educación pública de la región perpetúa los recortes desde 2011. A las ratios y el horario lectivo se suma que los interinos con menos de cinco meses y medio trabajados no cobran el verano, que no se recuperan los apoyos educativos en clases y que no se reduce el horario para los docentes mayores de 55 años, entre otros puntos.

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