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Con motivo del Día de la igualdad salarial, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) levanta su voz para reclamar un mayor compromiso por parte de las Administraciones y empresas, mediante el impulso de medidas que eliminen la denominada brecha salarial o, según la Organización Internacional del Trabajo, disparidad de remuneración por razón de género. Esto es, la discriminación salarial de la mujer.
Según el informe mundial sobre salarios 2016/2017, la desigualdad entre los salarios por hora entre hombres y mujeres ronda el 20% y hasta un 50 por ciento en el caso de los directivos y ejecutivos. En nuestro país, por desgracia, la situación no es mejor, ya que para España la brecha media (a partir de los datos del INE 2014, últimos disponibles) es casi del 24%.
Esto significa que, por cada 100 euros que gana un hombre, una mujer apenas llega a los 76 euros o, lo que es lo mismo, para ganar los mismos 100 euros, una mujer tendría que trabajar casi 10 horas diarias frente a las 8 horas de un hombre. Esto significa que, a partir del mes de noviembre de cada año, las mujeres, en comparación con los hombres, estarían trabajando gratis.
Desde nuestro punto de vista, la situación descrita es claramente injusta, y más teniendo en cuenta que son las mujeres las que, a causa de la crisis y de los recortes padecidos en los servicios públicos, han asumido los mayores aumentos del desempleo y también las labores de cuidado de mayores y menores que, recordemos, no están incluidas en ninguna estadística.
La brecha salarial de hoy supone la brecha de las pensiones de mañana y como expresamente indica la recomendación 17 del Informe de Evaluación y reforma del Pacto de Toledo, la igualdad debe de iniciarse con la equiparación real de salarios entre hombres y mujeres, “igualdad en la remuneración entre la mano de obra masculina y la mano de obra femenina por un trabajo de igual valor” con la eliminación de cualquier discriminación salarial que se produzca exclusivamente por condición de género.
Por puestos de trabajo, la situación es aún más desigual ya que, para los mismos puestos de trabajo y pese a contar con convenios igualitarios (por ley), las diferencias salariales llegan a alcanzar el 30% siendo las más altas en los puestos de responsabilidad o de libre designación a los que, por cierto, la mujer accede en contadas ocasiones.
Por todo ello, desde CSIF reclamamos:
#ELLASNIUNEUROMENOS