Los docentes que son intimidados de forma grave no están siendo ni apoyados ni defendidos por la Consejería de Educación ni por la Fiscalía.

En la actualidad estamos viendo cómo la Consejería no defiende ni apoya a los docentes que en el ejercicio de sus funciones son objeto de agresiones, de amenazas e intimidaciones. La falta de cumplimiento y seguimiento del protocolo por parte de la Consejería está generando situaciones de desamparo e indefensión. A tal fin, la Consejería no informa ni asesora de forma inmediata. La inspección educativa se mantiene al margen, no acompaña a los docentes agredidos a los centros médicos ni policiales, orientándoles sobre los requisitos y forma de proceder. Igualmente, aún a pesar de interesar los docentes agredidos protección y defensa, por la Consejería no se le facilita asistencia letrada lo que finalmente determina: EL DOCENTE SE ENCUENTRA EL DÍA DEL JUICIO SOLO, SIN APOYO ALGUNO POR PARTE DE LA CONSEJERÍA, DESPROTEGIDO.

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