Los trabajadores de los centros penitenciarios se concentrarán a las puertas de las prisiones tras la brutal agresión a una funcionaria de Sevilla II

  • Prensa y Comunicación

14 de de juliol de 2025

  • Los sindicatos CSIF y ACAIP-UGT han convocado una concentración este martes 15 de julio a las 10.30 en los centros penitenciarios y en la sede de la Delegación del Gobierno en Andalucía

Los sindicatos CSIF y ACAIP-UGT han convocado una concentración este martes, 15 de julio, a las 10:30 horas a las puertas de todos los centros penitenciarios de la comunidad tras la brutal agresión física y sexual a una psicóloga en la prisión de Sevilla II. Además, en Sevilla, y frente a la sede de la Delegación del Gobierno en Andalucía, también se llevará a cabo un acto en apoyo a la trabajadora agredida y se hará traslado al delegado del Gobierno por parte de las organizaciones sindicales convocantes las correspondientes reivindicaciones ante la situación que se viene sufriendo por el colectivo de trabajadores penitenciarios.

Este acto se enmarca en una protesta que se llevará a cabo en todos los centros penitenciarios dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias tras los graves hechos ocurridos el pasado 8 de julio en el Centro Penitenciario de Sevilla II (Morón), cuando una psicóloga del centro fue agredida física y sexualmente durante una entrevista individual por un interno, con numerosos antecedentes por violencia y delitos sexuales, que permanecía, inexplicablemente, en un módulo de ‘respeto’.

Las organizaciones han señalado que no se trata de un incidente aislado, pues en los últimos años se han multiplicado las agresiones sexuales y físicas a trabajadoras y trabajadores penitenciarios, por lo que urge tomar medidas. En los centros penitenciarios españoles se producen una media de una agresión cada 16 horas, más de 1.000 en los últimos dos años.

Ante esta escalada de conflictividad los sindicatos convocantes exigen una respuesta eficaz e inmediata por parte de la administración, la revisión y mejora de la clasificación interior de los internos, la depuración de responsabilidades, la dotación de sistemas adecuados de emergencia y aviso ante incidentes y el reconocimiento legal de agentes de autoridad de las empleadas y empleados públicos penitenciarios.

Estos hechos reflejan un deterioro estructural del sistema penitenciario derivado de una clasificación interior ‘buenista’, que busca más el maquillaje estadístico que atender a una realidad penitenciaria en un contexto de aumento de población reclusa. Tolerarlo es normalizar la violencia institucional y vulnerar el derecho a un trabajo seguro.

 

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